*/ En la ciudad de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, a los veinte días del mes de agosto del año dos mil siete, nos reunimos 40 Jóvenes del Partido Demócrata Cristiano de las ciudades de Bariloche, Cinco Salto, San Antonio Oeste, Viedma y de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para reflexionar y buscar posibles soluciones ante la gran problemática social que se nos presenta día a día en nuestro País.
Estuvimos tratando la pobreza, la marginalidad, la falta de educación, la falta de trabajo, la corrupción de todos los sectores de la sociedad y de la falta de control a los que nos representan. Como causa de estos problemas vimos que son la ausencia de valores: entre estos “el respeto hacia la persona”, “la empatia”, “la falta de solidaridad”, “de compromiso”, “la individualidad”, “el valor al trabajo”, “la honestidad”, “la justicia” y “el sentido de la familia”; “la falta de igualdad de oportunidades” y “de información”, no solo a nivel laboral sino también a nivel humano.
Ante esta realidad llegamos a una misma conclusión: entre lo real y lo ideal, como jóvenes de la Democracia Cristiana Argentina, tenemos que lograr lo posible:
- Concientizar a la gente a conseguir su propias cosas por medio del trabajo y a cuidarlo, de esta forma los valoraran y aprenderán a no recibir. El trabajo dignifica y el fruto se logra con esfuerzo. Todo es cuestión de construcción.
- Darnos cuenta que no sirve luchar por uno, pelearnos entre nosotros, sino unirnos como argentinos para trabajar por un mismo objetivo.
- Concientizar a la gente que cumpliendo con las normas por mas chiquitas que sean se lograr el respeto entre todos y así también se lograra que en adelante se cumplan las ¨grandes¨ normas.
- Dar a conocer las propuestas de formación de talleres de capacitación existentes, ya sea a nivel local, provincial o nacional.
- Trabajar con el vecino para producir un cambio en el marco social
- Reivindicar la familia, como unidad primitiva de la sociedad. Tomar conciencia de la procreación planeada y responsable, priorizando siempre el valor de la vida humana desde la concepción.
A los señores gobernantes les pedimos que por favor en el momento de tomar decisiones importantes, pongan en prioridad las necesidades que nuestro pueblo que también es el suyo.
A los jóvenes de nuestra Argentina les pedimos que no tengan miedo al compromiso, no sirve de nada mirar al costado. Los jóvenes somos el presente que construye el futuro.
No olvidemos que la corresponsabilidad significa ser todos responsable por el otro y a su vez ellos para con nosotros.
Estuvimos tratando la pobreza, la marginalidad, la falta de educación, la falta de trabajo, la corrupción de todos los sectores de la sociedad y de la falta de control a los que nos representan. Como causa de estos problemas vimos que son la ausencia de valores: entre estos “el respeto hacia la persona”, “la empatia”, “la falta de solidaridad”, “de compromiso”, “la individualidad”, “el valor al trabajo”, “la honestidad”, “la justicia” y “el sentido de la familia”; “la falta de igualdad de oportunidades” y “de información”, no solo a nivel laboral sino también a nivel humano.
Ante esta realidad llegamos a una misma conclusión: entre lo real y lo ideal, como jóvenes de la Democracia Cristiana Argentina, tenemos que lograr lo posible:
- Concientizar a la gente a conseguir su propias cosas por medio del trabajo y a cuidarlo, de esta forma los valoraran y aprenderán a no recibir. El trabajo dignifica y el fruto se logra con esfuerzo. Todo es cuestión de construcción.
- Darnos cuenta que no sirve luchar por uno, pelearnos entre nosotros, sino unirnos como argentinos para trabajar por un mismo objetivo.
- Concientizar a la gente que cumpliendo con las normas por mas chiquitas que sean se lograr el respeto entre todos y así también se lograra que en adelante se cumplan las ¨grandes¨ normas.
- Dar a conocer las propuestas de formación de talleres de capacitación existentes, ya sea a nivel local, provincial o nacional.
- Trabajar con el vecino para producir un cambio en el marco social
- Reivindicar la familia, como unidad primitiva de la sociedad. Tomar conciencia de la procreación planeada y responsable, priorizando siempre el valor de la vida humana desde la concepción.
A los señores gobernantes les pedimos que por favor en el momento de tomar decisiones importantes, pongan en prioridad las necesidades que nuestro pueblo que también es el suyo.
A los jóvenes de nuestra Argentina les pedimos que no tengan miedo al compromiso, no sirve de nada mirar al costado. Los jóvenes somos el presente que construye el futuro.
No olvidemos que la corresponsabilidad significa ser todos responsable por el otro y a su vez ellos para con nosotros.